Por último

"...haber estado complicado con el viento que siempre tiene razón,
con la tierra y el agua y con la hierba que siempre tienen razón."
(R.G.A.)

Memoria y homenaje

Carlos Lagos
El viento impalpable
(Selección de poemas, 1978, inédito)


 Frases

La trampa de las cosas
no su aliento
he obtenido.
 El hambre es una rata
que habita en los riñones.
La verdad de las cosas:
un espejo.

Situación

Pequeña vida cierta
hecha de la desesperanza
mas simple.
 Qué hemos de hacer
con nuestra carne
con los sueños sencillos
si el futuro
yace calcinado
en un baldío
y los asesinos
son dueños de la calle.
  
Posta
(a Ignacio Lagos)
Brutalmente, a patadas,
la realidad ha clavado sus banderas
en el centro de mi vida.

Acabo de asistir a la ceremonia
que entierra el oro descolorido
de los sueños.

Y, de nuevo huérfano, desnudo,
parado en el cruce de caminos
donde soplan todos los vientos.

He fracasado, papá; a vos puedo contártelo
íntimamente.
Del mismo modo exaltado y fantasioso en
que te escribía cartas pesadas de deseos.

No tuve, ante tu vida, la alegría dulce
de darte más que inútiles ilusiones
que solo te lastimaron.

No tuve, tampoco, ante tu muerte,
una sola alegría para ofrecer;
no mas que mi fuerza para seguir.
Hoy esa voluntad es una madera quebrada;
un torcido esqueleto.
Y todo mi mañana una sombra quemada.

Tengo por delante la cara de tus nietos que me darán
el mismo caliente amor que yo sentí por vos.
Quise mejorarte, a lo mejor dándoles
algún tipo de certezas.
Pero es tu rostro, tu exacto rostro el que tengo, papá,
para que ellos miren.

No pude avanzar una generación, viejo.
No he cosechado más que poemas y años.
Mi hijo deberá recoger la misma destrozada bandera
que me diste.
Ni la cosí, ni la cambié por otra. No pude.
Está exacta, igual a como me la entregaste.
Sedienta de vientos y agujereada.

Deseos

Alguna cosa debe empezar a parecerse
a alguien.
Un sentimiento debe llenarse de conocimiento
para el pecho que lo recibe.
Un rostro tiene que conocerse hasta las últimas consecuencias.
Una mano, por fin, debe tener la misma temperatura
sin necesidad de signo alguno.
Un acto. Un acto solo. Únicamente un acto pido
para empezar la aventura.
Ya pagué. Doy mi palabra de hombre.
No deseo volar en pedazos. No quiero un tren ciego
sobre mi vida. Denme la luna para caminar las calles
empapadas. Y la alegría, déjenla por mi cuenta.

Carlos Lagos



Nota: Carlos Lagos, actor, director, dramaturgo y maestro de una generación de actores en La Plata, falleció el pasado mes de agosto en San Antonio de Padua. Valga esta publicación como homenaje a quien alumbró y sostuvo, con entusiasmos, pasiones y destemplanzas, nuestro tránsito por el hermoso oficio teatral, en los oscuros días de la dictadura. Con su insistencia en el "sentido de verdad", más que una formula estética a la moda, nos insistió, velada pero fervientemente, en una ética irrenunciable: "un hombre solo no vale nada", (como decía su personaje de Las naranjas son el alma: el “Loco Humberto”) y por eso debe encaminarse al encuentro verdadero con los otros, aún en los momentos más dolorosos de su propia vida y de su tierra.